viernes, 18 de noviembre de 2011

Las aves que cantaron después de asadas





Un peregrino viajaba con sus padres camino de Compostela. En Santo Domingo de la Calzada (La Rioja) fue denunciado por una joven por un robo que no había cometido a consecuencia de sus negativas hacia los deseos de ella. Al encomendarse a Santiago fue salvado de la muerte. Los padres le contaron el prodigio al juez del lugar y este, a consecuencia de su incredulidad vio cómo resucitaban el gallo y la gallina asados que se disponía a comer, prueba de la verdad del suceso.

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